domingo, 13 de marzo de 2011

Suso Díaz: la incesante búsqueda de la palabra



La palabra. La herramienta de trabajo del poeta y tan difícil de encontrar en ocasiones.
Este sábado Suso Díaz confesó que no había encontrado las palabras y había decidido pedir ayuda en su búsqueda y presentó en la tertulia 15 poemas y 14 (como él mismo los denominó) seudo-haikus seleccionados de un poemario más amplio, esta vez concebido en su totalidad en castellano.
Hasta ahora el bagaje presentado en la tertulia por Suso incluía una poesía clara y directamente social a la manera de Celso Emilio Ferreiro y Xosé Luis Méndez Ferrín, generalmente concebida en galego como en su poemario Orballo (Rocío), presentado en la tertulia en su primera lectura y el poema que lo abre, Ananos (Enanos),
Esta terra nostra sumisa de pensamento, -----Esta tierra nuestra sumisa de pensamiento,
escrava de cobardía, ---- esclava de cobardía,
escrava de non ser capaz ----esclava de no ser capaz
de gritar a verdade […] ----de gritar la verdad […]

así como una poesía (por llamarla de algún modo) de retrato y denuncia algo más lírica como en el poema Hijo del viento húmedo presentado en la tertulia en 2008:
[…] Respiras tiempo de sequía y dolor en el remar de la vida
caminas quieto, sin rumbo,
sin patria,
despiertas al día una mañana de cielo quebrado,
en ninguna parte,
solo, desnudo, huérfano de madre, hijo del viento húmedo […]

y una poesía íntima y personal como Hei chegar a ti (Llegaré a ti), presentado aquí en 2010 de un corte bastante más lírico y romántico:

Hei chegar a ti -----Llegaré a ti
cando esperte deste sono ------cuando despierte de este sueño
que non me pertence -----que no me pertenece
nunha maña de violetas ----- en una mañana de violetas
e asas espidas. -----y alas desnudas.
Hay quien piensa que la poesía social debe ser, sobre todo superficial y de fácil uso, sin embargo, Suso nos demuestra en este último poemario que la profundidad en la expresión no está reñida con el retrato de una sociedad, en este caso ególatra y en franco retroceso. A Suso no le vale cualquier palabra, juega con ellas, busca sus vueltas, incluso, como dice al final del poema que abre el poemario: “en el anverso de las palabras / que no se pronuncian”.

Estos últimos versos son una señal de su intención de profundizar en la expresión así como en el mensaje. Esta intención choca a veces con la realidad de la cuartilla en blanco en la que se ve incapaz de resolver el puzzle del poema en el momento creativo, como en A destiempo:

Fluyen los versos entre ojeras de sueños perdidos,
a destiempo.
Las palabras se ahogan entre letras sueltas
incapaces de componer el puzzle,
a destiempo.
Retumban las voces como tambores de guerra
en mi cabeza a punto de estallar
a destiempo
quiero huir de esta cuartilla en blanco
con imágenes certeras
que no se detienen ante mí,
pero la vid resulta descafeinada
al vivir un tiempo que no me corresponde,
un tiempo
a destiempo.

Allá donde las palabras no llegan el poeta busca y crea palabras como “Nocheconsuelo”, pues no siempre la palabra es suficiente:

Algunas perífrasis me consuelan
desconsoladamente
en este crepitar de hojas secas […]

Quizá por ello, juega con las palabras, contrapone significados, las retuerce hasta sacar el máximo jugo posible: puzzle, infinito inconcluso, tiempo habitado–tiempo deshabitado, sombra sin luz, descompuesto –y compuesto- , sueños que no sueño, California -Pacífico destierro, hielo sin enfriarse, desconsolado desconsuelo, entre otras.

Y esta búsqueda feroz de la palabra se pone de manifiesto en el poema Nada donde el autor apenas encuentra palabras para describir la nada auténtica que ve en una sociedad casi transparente por vacía:

El precio de la soberbia
tributa en mercados opacos
de sujetos sin nombre
[…]
Cuando todo lo que nos rodea es simple,
superfluo,
no somos más que la sombra de figuras de cera
que se derriten con su propio aliento […]
El poeta se sumerge en un océano social enrarecido:
Asistimos sin inmutarnos
a la sucesión del tiempo habitado
para habitar los sucesos
de un tiempo deshabitado.
(de Tiempo deshabitado)
y además en retroceso y en donde esas palabras se pueden volver en contra como
en el poema Las horas inversas:

Las palabras son como el fruto prohibido
que en bocas infames
esposan a los iluminados de la clarividencia etérea
a un mensaje siempre escrito en piedra.
Genuino detonante de la ceguera
que se disfraza de credo
[…]
Son la música con la que envolver el gatillo
que espera en la pirotecnia
de las horas inversas
[…]
Pero el poeta quiere hacer el esfuerzo, pese a todo de comprender, perdonar y hasta integrarse en esta tribu social ególatra y enrarecida, bien teniendo fe en el futuro de sus palabras:

Pero cada mensaje es como una gota de lluvia
que impregna sin saberlo
la semilla del mañana
(de Gotas de palabras)

o bien mediante el esfuerzo personal en el poema Demolición:

En esta demolición a cámara lenta
a la que asistimos sin inmutarnos,
[…]
quisiera reconciliarme con esta tribu
que ha dejado de latir sentimientos
y fluye en el vacío
[…]

sin embargo, este atisbo de renovación completa que nace del corazón termina esfumándose con la razón.

Pero se desvanece la ilusión como la inocencia infante
cuando se contamina con el conocimiento.
Incluso encuentra atisbos de esperanza dentro de esta demolición social como en el poema Identidad herida:

[...]
-y aún así-
de los escombros siempre se aprovecha algo,
por lo menos brotes de recuerdos
sobre los que edificar nuevamente
la identidad herida.

Pero donde sí que se refugia el poeta es en la infancia, acaso algo inmutable y lleno de ilusiones:

[...]Quisiera emerger de este océano de fango
al campo florido de mi niñez,
cuando las horas eran años de experiencias ilusionantes
y las penas se perdían con la humedad de la mejilla
donde se depositaba la impaciencia.
(de Impaciencia)

[…]

Necesito respirar mi tiempo
y beberme la luz con la garganta renacida,
buscarme en los caminos a los que regreso
con la curiosidad del niño
que los desnudó con su imberbe mirada. […]
(de Me buscan los segundos)

Entre todo esto, Suso no es ajeno a la belleza poética. Podemos encontrar ejemplos como los siguientes:

    • Quiero saborear el aire / que llena mis oídos / para volar al encuentro
      (de Anversos)
    • y se funden como el cristal / en el volcán que agrieta la ilusión (de Agrieta)
    • No destruyas los colores, / que una vida en blanco y negro / no ni media vida. / La diversidad es el cáliz / de la existencia eterna. (de Diversidad)
    • Sobre este erial de pústulas (de Tiempo deshabitado)
    • Ni siquiera algún océano con el que regar la tierra (de Demolición)
    • La impetuosa levedad / de los sueños que no sueño (de Identidad herida)
    • Suplico por su vientre / para erigirme de nuevo / como una catedral de
      vida (de California)
    • en este crepitar por las hojas secas, / atmósfera sombría de días de lumbre (de Nocheconsuelo)
    • escuchar el dedo que empuje el dedo (de Las horas inversas)
    • Me buscan los segundos / que transcurren entre mis dedos (de Me buscan los segundos)

Sin embargo, donde el ejercicio poético de la belleza es más patente es en sus -así llamados- seudohaikus, donde encontramos pequeñas perlas como:

  • Me desenvuelvo / en hojas que esconden / los deseos niños.
  • Los años pintan / las sombras de la vida / entre los dedos.
  • Llueve otoño / en este invierno frío / de sentimientos.
Con todas sus dudas, sus palabras que juegan al escondite, los momentos en los que se ve incapaz de domar al poema cuando las ideas bullen y resulta difícil ordenarlas, con todo esto, es patente la evolución de Suso desde su primera lectura en esta tertulia. Suso va ampliando su horizonte poético y sus formas, experimenta, va enriqueciendo su mensaje con las influencias a las que es permeable, pero sin perder su propia voz. Sigue siendo reconocible y eso no resulta fácil en un universo poético actual caótico, donde las voces y los nombres frecuentemente se confunden.

Javier Carmona

6 comentarios:

  1. Magnífico relato el que ha hecho Javier de la Tertulia, de la que siento no haber podido estar. Y digo siento por un doble motivo: el primero, por no haber estado al lado de mi apreciado amigo Suso; el segundo, por no haber oído de su boca estos versos que, como bien dice Javier, manifiestan un gran progreso en el poeta.
    Me alegra leer estas notas, me llenan de satisfación y le doy la enhorabuena a quien trajo el "orvalho dos campos galegos", una nota fresca a estas tierras nuestras. Gracias Suso por tu generosidad. Un abrazote y otra vez mis disculpas por no haber podido asistir.
    Un abrazote. Tino

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  2. Indagar en la palabra es también una forma de hacer poesía. Suso el trabajo que nos presentaste el pasado sábado me pareció una poesía fresca, interesante, libre de ataduras y desprendida de florituras superfluas, creo muy acertada la orientación que le has dado a tus últimas creaciones. Con respecto a los haiku, tankas, senryu, zappai o como quiera que se llamen (yo lo dejaré en poemas breves) me parecen interesantes las reflexiones que heces en algunos de ellos, valga como ejemplo: El hambre está/ ebria de altares/ y predicados.
    Del comentario que hace Francisco Javier sobre tu exposición, sólo decir que está en su línea, se percibe con claridad la reflexión y el tiempo dedicado a la lectura del mismo.
    Un abrazo.

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  3. Mi gratitud a Javier por esta reseña que tan acertadamente desgrana mi poesía desde aquellos inciertos comienzos, hasta los momentos que ahora transito en los que las palabras son una obsesión. Agradecido estoy a todos los que me acompañasteis en la tertulia y la enriquecisteis con vuestros siempre acertados comentarios.

    Tino, estás disculpado, no te preocupes no se puede asistir a todo, además siempre puedes contar con un ejemplar de los poemas expuestos y hacerte a la idea de lo que cuento. Como tú bien sabes, el orballo es una de las esencias de mi infancia, y como esa lluvia que no moja pero humedece, me gustaría que calasen mis versos.

    Agradezco también enormemente las palabras de Eladio, que como yo, busca siempre en las palabras que no se dicen lo que verdaderamente se quiere decir. Pero que difícil es encontrar esas palabras que reflejen los silencios.

    Abrazos a los tres.

    Suso

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  4. Es un placer leer vuestras disertaciones sobre poetas y poesía; la labor incansable del buscador de palabras, la constancia en la lucha por crear. Todo ello anima a seguir, en este noble esfuerzo de componer poemas.
    Felicitaciones a todos.
    Un abrazo, Antonia Cerrato

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  5. Algo que quizá falte en mi comentario fue lo animada y viva que estuvo la tertulia. No fue desde luego un recital único de Suso. Hubo comentarios y observaciones de todo tipo con las que unos estuvimos a favor y otros en contra. No creo que, como dijo Rangel, se tuvieran que traer ya los poemas terminados a la tertulia. Si de algo sirve esta tertulia es como taller y está muy alejada del lucimiento personal. Si estuvieran acabados no habría tertulia sino un mero recital. Las opiniones del resto de los tertulianos siempre te ayudan a cerrar el poema. El intercambio de opiniones fue realmente enriquecedor. La verdad es que llevamos este año una magnífica racha de tertulias con más o con menos asistentes, pero de bastante calidad, de hecho los que viene por primera vez sueles repetir. Que continúe la racha. Esto depende de nosotros.

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  6. Javier, haces una reseña de calidad en expresión sincera a Suso.
    Suso, me agrada la frescura y estilo personal que haces de la poesía.
    Son interesantes estas tertulias poéticas que se merece la capital de Extremadura.
    Recordemos como en una casa y, en los años sesenta, se reunian los poetas Pacheco, Delgado Valhondo y Luis Álvarez Lencero.
    Un saludo muy cordial.
    Goriot.

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