miércoles, 25 de diciembre de 2013

Un concierto de sonidos diminutos. La presentación del poemario



El sábado 14 se presentó mi poemario Un conciertode sonidos diminutos.  El ambiente de la  sala Moncloa del hotel Celuisma de Madrid fue bastante acogedor. Me hubiera gustado haber tenido a mi familia y a mis amigos los cuales, por razones mil, no pudieron asistir. Esta ausencia se palió por la presencia de otros autores, venidos de diferentes rincones de la geografía española así como de otros lugares de Europa. Es de agradecer a cada uno de ellos su haber querido estar conmigo, y especialmente a los compañeros de la tertulia Página 72, a José Manuel Vivas, a Manuel Mansilla Salitre y a María Blázquez, que  estaban allí por presentar también sus obras. En esos momentos, hicieron las veces de mi familia y mis amigos. Se ausentaron, mi amigoAntonio Castellanos, excompañeros del foro Libertad 8,que al no poder asistir me envió todo su apoyo. Agradecido. Así, también se excusaron Cristian Piné, y Carmen Iglesias. Gracias a todos.

EN LA PRESENTACIÓN: 

Manuel Romero Higes, actualmente unos de los mejores editores a nivel regional y por supuesto nacional,  hizo unas semblanzas de mi persona que me pusieron rojo. Le agradezco su querer apostar por  esta publicación de Un concierto de sonidos diminutos;  por creer en este proyecto que, hace tres años, le presenté con el título de Horas Brujas. Después de trascurrido tres años,entre aquella primera entrevista y la publicación de ahora, me doy cuenta que el poemario se ha enriquecido en un trabajo exhaustivo de  acoplar poemas y podar versos. Así, el resultado final es un libro de poemas que expresa la evolución de quince años en este trance de escribir sabiéndome responsable de ello. Estoy satisfecho con Un concierto de sonidos diminutos, porque ve  la luz, sabiéndome en un proceso  en el que sigo investigando y escribiendo con tonalidades diferentes.

EL POEMARIO: Fondo y forma: 

Un concierto de sonidos diminutos, intenta mostrar, como los ruidos, las emociones, los encuentros más diversos se transforma en sonidos. Cada uno de estos gestos, secuenciados en los períodos  que van de la mañana a la noche,se transforman en un concierto de sonidos que hace todo más amable y sencillo.


En este libro el tiempo puede aparecer como protagonista  y sin embargo no es más que el testigo privilegiado de otros protagonistas reales los cuales sirven para desarrollar la metáfora vital. Así,  el cartero o el ascensorista que interrumpen llamando a la puerta; el timbre del teléfono; las noticias de la radio; el motor de los coches trajinando en la avenida; los ladridos de los perros; el ruido del lavaplatos o de la bomba del agua junto al trastero... Todos, y algunos gestos más, son en este libro la ocasión perfecta para mirar el lado oculto de lo cotidiano, aparentemente ruidos que se transforman en sonidos y que de no ser así pasarían desapercibidos.  En el contenido de este poemario, nada escapa al yo poético que se expresa desde ese espacio de lo  particular donde las emociones encuentran un motivo para crecer aprendiendo o para hacer silencio. No deja de aparecer la poética del silencio en el escamoteo del yo literario de algunos poemas. Siendo el silencio otro testigo, junto con el tiempo, de las emociones y los gestos. 

Dedicado a mi madre, un ángel sin vacaciones, el libro de poemas se inicia con una cita de Rufino Felix Morillón, gran poeta extremeño al que la Sociedad de Extremeña de Escritores no le ha hecho todavía justicia. La cita tiene el sentido de poner en guardia al lector ante los versos que va a saborear en este poemario. Y dice así, “Viví las horas de cristal bajo la memorable claridad de los soles...” Las otras citas que cotejan cada uno de los capìtulos son  de Vicente Gallego. Santa deriva; Luis García Montero.Habitaciones separadas; José María CumbreñoVasos comunicantesLuis Alberto de Cuenca. La noche blanca. Los mundos y los días. Cada una de estas citas sirven como elementos referenciales para marcar como en los diferentes momentos del día,  el de la mañana, o el del mediodía, el de la tarde o el de la noche, sirven para descubrir  que los ruidos del entorno se convierten en sonidos. Y en todo ello, la velada pretensión de crecer dejando que lo contemplado, unas veces divise la frontera de lo irremediable y otras, deambule por un interior dolorido y aceptado. En realidad, en Un concierto de sonidos diminutos, el hecho de  espera se convierte en un presente continuo donde soñar y vivir se funden en uno. 




1 comentario:

Desconcierto dijo...
'Estuve' contigo mientras leías algunos de tus versos...

...y desde ese momento tu voz daba vida a tus letras que entraban a formar parte de esos sonidos diminutos que dan verdadero sentido al día a día y a lo que somos.

Gracias por escribir.

lunes, 2 de diciembre de 2013

LUIS ÁLVAREZ LENCERO, escultor de palabras y poeta del hierro

Así tituló José María del Álamo su exposición el sábado 29 de abril de 2000. Y no me he equivocado de fecha. José María, uno de los miembros fundadores de este grupo de amigos, quiso este pasado sábado 30 de noviembre, actualizar su exposición y brindársela a quienes no estuvieron presentes en aquel día. Este 10 de junio pasado hizo 30 años ya del fallecimiento de uno de los artistas (en su más amplio sentido) más importantes de Extremadura y por supuesto su nombre no podía faltar en nuestras tertulias. 

El trabajo de Del Álamo trascendió lo literario, al haber estado cercano a él, a su obra y a su familia, en los últimos años de su vida. Entre puntos aparte y paréntesis José María glosó la figura humana con anécdotas, historias y hechos vividos en primera persona, que gracias a que se trató de tema único de la mañana, pudimos paladear despacio. 

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

III Encuentro de Escritores co nCiudad Juárez



Este es el cartel realizado por Ibeas para la celebración en Mérida (España) del III encuentro de escritores con Ciudad Juárez.


También intervendrán:

Alvaro Rodriguez.
Juan José Alonso Ibeas
Lali de la Barrera 
Manoli Ferreira 
Manuel Cañada 
Mari Paz Paz
María Isabel Hermoso 
Marifé Tijerin  
Marisa Prudencio
Pedro Díaz
Ramón Carbonell 

viernes, 28 de junio de 2013

GALLOS QUIEBRAN ALBORES XX ANIVERSARIO



El pasado día 8 de junio de 2013 la Asociación cultural emeritenseGallos quiebran albores celebró el XX aniversario de la fundación de su tertulia literaria en un acto incluido en la Feria del Libro de Mérida. Abrió la celebración Jesús Mendo, presidente de Gallos, que saludó a los presentes y dio paso a Francisco Javier Carmona, el cual realizó un repaso de la historia de la tertulia, mencionó a sus fundadores, componentes y actividades y destacó su contribución al enriquecimiento del ambiente literario de la capital de Extremadura en los últimos veinte años. Este hecho no ha pasado desapercibido al Ayuntamiento de Mérida que, debido al empeño de su concejal Francisco Robustillo y de la directora de la biblioteca pública, Magdalena Ortiz, ha patrocinado la edición de la Antología del grupo, Como un río sonoro de manzanas, para conmemorar el evento.

F.J. Carmona, J. Mendo, Fco. Robustillo, A. Salguero
Posteriormente me tocó presentar esta publicación, que es la sexta antología de Gallos. Para conseguir una presentación másatractiva, me apoyé en imágenes comenzando con la de la portada de la Antología (una manzana palpitante sumergida en la corriente de un río), expliqué su edición en nuestra ColecciónEmerita de Poesía, que fue creada en el año 1998 para publicar poemarios colectivos (Gallos quiebran albores, 1ª Antología de Gallos, 1998. Inacabable telar de eterna sinfonía, 2ª Antología de Gallos, 1999. Cometas de luna blanca, 3ª Antología de Gallos, 2000. Poemario de bitácora, 4ª Antología de Gallos, 2002. Rizomas, 5ª Antología de Gallos, 2008), y libros de componentes del grupo (Caminos hacia el albaOficio de la luz del padre Miguel Combarros, y Palabra y música para un mundo nuevo, en colaboración con Manos Unidas).
Después definí Como un río sonoro de manzanas como un título sensual, aromático y muy lírico, que se había escogido del poema titulado “Poema de amor” de Pilar Fernández, que comienza con estos versos: “Yo buscaba un amor / como un río sonoro de manzanas “. También informé de que, en la Antología, habían participado veintisiete poetas de Gallos quiebran albores, cuyas características globales eran su pasión por la expresión poética, su variada temática y sus formas diversas que se manifiestan tanto en poemas con versos medidos como en poemas en versículos, en poemas populares y en otros intelectuales, en versos apasionados y otros muy críticos, en poemas con deseos de comunicar y poemas íntimos, en versos indagatorios en el entorno más próximo y en ensoñaciones utópicas, en poemas juveniles y en otros más maduros  …

A continuación fui dando paso a poetas participantes en la Antología que, antes de leer uno de sus poemas editados en la Antología y proyectados en una pantalla grande de plasma, eran definidos por mí desde un punto de vista poético de esta manera:

JOSÉ MARÍA ARANDA concibe la poesía como un arte; de ahí que sólo una parte de ella esté escrita y el resto tenga forma pictórica, sean collages o poemas visuales como aquel abrelatas con la inscripción “Abrementes” o aquel otro donde sella la paz con su huella digital. No obstante, todas estas formas distintas tienen en común su preocupación por la situación actual del mundo y el efecto negativo que produce en el ser humano corriente que, en muchas partes, es perseguido, desplazado o masacrado por los intereses de un arrasador y malévolo invento que se ha dado en llamar “globalización”: “Senderos sin gloria, / Playas de martirios, / teatro oscuro, / niebla de esperanza, / artista de la melancolía, / príncipe de la tristeza, / traficante del café amargo, / lobo estepario, / frío amanecer en mis entrañas” (Naufragio).
FRANCISCO JAVIER CARMONA es un poeta pulcro, cuyo fino estilo, procedente de su elegancia y de su formación universitaria, día a día va dando pasos seguros hacia una expresión más sintetizada de indiscutible calidad. El objetivo que persigue, cuando escribe un poema, es compartir su mensaje con el lector, con el que desea comunicarse de una forma activa a través de la sugerencia, cuyos modelos encuentra en Vicente Aleixandre, Fernando Pessoa, Ángel González o Pérez Estrada. Aún no ha editado un libro y los que apreciamos su límpida poesía sentimos, cada vez más fuerte, la impaciencia de conocer un poemario suyo: “Ayer iba a decirte que te amaba. Pero llamaron al teléfono y cuando te busqué te habías ido. Luego tuve que ir al banco, corregir exámenes, responder al correo, mirar al mundo, […]” (¿Sabes amor?).
ANA MARÍA CASTILLO goza de un carácter soñador, donde la pasión por la poesía ocupa un lugar preeminente desde que tiene uso de razón, pues piensa que es un medio especial de comunicación de los sentimientos, que se ha convertido para ella en una necesidad espiritual basada tanto en la realidad como en el complicado y constante mar de los ensueños. Ha editado varios poemarios, El despertar de las adelfasVuelos de eternidad; Petra, la noche y tú y La música de las horas, donde realiza un camino mientras su espíritu se incardina en el ritmo del universo: “Si te dijera, amor... / si te dijera / que son mis ilusiones jinetes de tus ojos, / que, galopando sobre el tiempo, busco / la hondura de tu alma, cada día. / Y nada” (La sonrisa).

ANTONIA CERRATO es una mujer activa, que preside el Grupo Migas de Badajoz y que, incluso, su nombre es el que lleva el Premio de Poesía de Santa Amalia, su pueblo. Sus versos desvelan a una mujer sensible, sinceramente preocupada por el mal del mundo, que centra en el dolor por los niños indefensos en manos de manipuladores o se enternece cuando habla a su hija Beatriz de recuerdos y nostalgias. Ha editado poemarios como los titulados Santa Amalia, ayer y siempre y El misticismo del olivo: “Un tren ha de venir, / como asombro, / para este día que me nació / sin hora ni mapas / con el verso y en la sangre / que no quiere morir. Un tren, deseo y esperanza” (A Beatriz Cidoncha, mi hija).

MIGUEL COMBARROS es el “poeta de la luz y la esperanza” que, a sus dotes líricas y a su prudencia, une una amplia experiencia sacerdotal. Su poesía es transparente y, a la vez, goza de una honda trascendencia, fruto de ricas vivencias y de una sólida formación intelectual. Se caracteriza además por su  equilibrio, serenidad y armonía, que manifiesta a través de versos llenos de contenidos alentadores con leves asonancias o el verso libre. Ha editado varios libros de poemas Caminos hacia el alba, El don de la PalabraOficio de la Luz,Poemas para orar y Símbolo y Profecía: “De pie sobre la muerte, Cristo erguido / en viva geometría de ternura, / levantas en tus brazos a la altura / la esperanza del hombre redimido” (Decirte que te quiero).

JOSÉ MARÍA DEL ÁLAMOsólo hay uno. Sus padres, después de comprobar que la obra de arte les había quedado perfecta, rompieron el molde; “genio y figura”. José María tiene una poesía contundente, severa y militante, aunque no trate temas sociales, que son los que conforman principalmente su personalidad lírica. Su poesía es el reflejo de su vida, de esa manera combativa de concebir la existencia con el fin de mejorarla. No obstante, no le cuesta ser tierno y generoso en prodigar afectos cuando se siente invadido por el amor que declara abiertamente: “No maldigo la dicha de mi sino, / si tu voz no me llega sin demora. / Tu profundo silencio me enamora / y me arrastra hacia ti, es mi destino” (¿Puede ser el amor algo tan serio?).

JESÚS DÍAZ es un poeta, gallego para más señas, que lógicamente manifiesta en su poesía esa nostalgia (morriña se llama) por estar lejos de su tierra o por quienes ha dejado formando parte de su exuberante y verde paisaje, que él nos ha traído en versos llenos de fuerza y amor por su mundo. Jesús Díaz, además, es una persona culturalmente inquieta que ha conducido magistralmente durante varios años su programa de radio La voz en espiral (con la inestimable colaboración de Maripaz, su mujer), al que ahora le ha concedido un descanso, que espero no sea definitivo pues era la única voz radiofónica de la poesía en Extremadura que, actualmente en las ondas, se encuentra desamparada: “Quiero llegar al fin del mundo / cogidos de la mano, / mientras nuestros pies / se descomponen en cenizas. // Quiero llegar / solo contigo” (Quiero llegar contigo).

MANUEL HURTADO es elhijo pródigo, pues tuvo que trasladarse por motivos de trabajo a Llerena y abatidos nos quedamos sin uno de los pilares de la Asociación, pues él fue quien la legalizó, elaboró sus Estatutos y se desveló por conseguir una ayuda de la Consejería de Cultura para editar nuestra primera Antología. Menos mal que el caprichoso destino nos lo ha devuelto años después y ahora ha sido el motor de la edición de la Antología del XX Aniversario. Comenzó con un libro lleno de emoción titulado Ecos del pueblo, que tuve el honor de presentarle en Villanueva del Fresno. Después nos sorprendió con Tiempo de impostura y más tarde con Ensayo de ausencia, un libro estremecedor que he comentado en mi blog: “En un rincón de macetas / de claveles y geranios / la luna, con traje oscuro, / se divierte entre naranjos” (La luna del patio).

EMILIA JIMÉNEZ es mi exalumna, que siempre que tiene oportunidad manifiesta que yo la animé a escribir poesía en aquellos libros que, por entonces, editábamos en el IES Emerita Augusta (Poemas del reencuentroEn horas de soledadAlma entre labios,Canciones de una abierta herida,Como mágico perfume), hecho del que me siento especialmente orgulloso. Emilia sigue teniendo el mismo interés por aprender y por superarse que cuando comenzaba y escribía versos deliciosamente primitivos. En la actualidad, compone poemas con una voz propia en la que se mezclan sus tremendas ganas de vivir con hechos que le preocupan: “El amor embarca por sorpresa, / la ira azota con la tempestad, / el dolor provoca zozobra, / y la alegría colma la bodega / del barco de la vida” (El barco de la vida).

FRANCISCO JOSÉ MARTÍN DEL HOYO (Chiqui para los amigos) es otro exalumno mío. También asegura que le influí para que ahora se interese por la literatura, cosa que por segunda vez hoy me llena de orgullo. Sus espontáneos y sentidos versos traslucen la búsqueda de su propio yo o lo que es lo mismo de su destino en un mundo que no se lo pone nada fácil ni en el terreno profesional ni personal. Pero yo sé que Martin J. Fran, seudónimo con que firma su novela El invitado, logrará salir con bien de esa pelea con su sino porque es un joven al que la lucha de la existencia lo hace crecerse: “Aquí tienes al condenado, / el que se arropa con la poesía de Whitman, / igual que hurta el don de Battiato, / las partituras de Rodrigo Leâo” (Aquí tienes al hombre).

ANA BELÉN MARTÍN MORENO: Es la benjamina de la Asociación, la savia nueva que Gallos quiebran albores necesita para asegurarse su continuación. Ana Belén es joven y eso se nota en su poesía que versa sobre males de amores, propios de una adolescente, y de su amor por la expresión literaria, que en la Antología se manifiesta en un poema dedicado a Miguel Hernández, uno de sus maestros preferidos. Seguro que su poesía, como sucede en casos parecidos de poetas jóvenes, se irá asentando con el discurrir del tiempo y con la evolución de su juventud para dar paso a una poesía más personal: “Cuando llego desapareces / como espumas de mar / y niebla atemperada. / Solo silencio cuando tú no estás” (Sé del silencio).

ELADIO MÉNDEZ es una persona y un poeta humilde con unas tremendas ganas de aprender. Continuamente demanda orientación y la asimila con avidez, pues enseguida la hace patente en sus versos que cada vez son más elevados pues, a las recomendaciones recibidas, le añade un esforzado trabajo de lima y una conmovedora humanidad. Tierno y entrañable, vierte sus inquietudes en poemillas llenos de dulzura y leves asonancias, que suelen adoptar forma de nanas con las que ha editado Arrullos, un libro delicioso. Destaca la preocupación de Eladio por los seres desvalidos sea un niño pobre o cualquier persona objeto de una injusticia causada por un hecho ordinario o un mal endémico como la guerra: “Tus manos, niño ausente, / han de estar preparadas para pintar el alba, / para forjar auroras que clareen la tristeza, / para abrazar con ilusión los días venideros” (Niño soldado).

JESÚS MENDO es el mejor componente de Gallos para llevar la presidencia por su bondad, madurez, seriedad y equilibrio. Con él todos nuestros proyectos están asegurados, porque es el primero que se implica en ellos hasta que se desarrollan y finalizan con bien. Son extraordinarios sus comentarios de texto, conferencias y presentaciones de libros, porque disecciona concienzuda y sabiamente todos los entresijos que conforman la elaboración de poemas, asuntos diversos y poemarios. Su poesía está influida por su formación filosófica y por la profundidad de sus reflexiones, aunque también sabe ser natural y espontáneo: “Buscaba como loca / amor que en otros tiempos respondía; / y toda se trastoca; / más nadie comprendía / la causa del dolor que la abatía. / […] / Mas tiempo todo cura: / verás iluminada / la risa de tu alma enamorada” (Enamorada).

PAQUI QUINTANA es una poeta que se caracteriza por su delicadeza, su sensibilidad y su fortaleza emocional. De su poesía emana una sinceridad, que se manifiesta a través de sus versos clarividentes, de los que se deduce que es una persona sin vueltas. La energía que surge de su poesía indica su amor a la vida: a despertarse, respirar y llenarse de emoción, con la que no sólo vive sino también expresa su aprecio por lo que la rodea: su pueblo, su familia, sus amigos, sus creencias y su amor por las personas que ama.  Ha editado Amor, realidad y sueño y La huella de dos vientos (a dúo con su marido Juan Manuel del Pozo): “Son tus versos amor, fe, melodía / que desgrana la esencia fiel y honrosa / de la tierra fecunda y venturosa / que te viera nacer, que te quería” (Poema a Antonio Román Díez).

GREGORIO YÁÑEZ es un poeta asentado, seguro de lo que expresa y en cómo lo trasmite, que logró llamarme la atención cuando escribió su precioso y lírico poema dedicado al Guadiana para el Itinerario Monumental de Mérida, titulado “Sosegado Anas” (Llegas a mí manso / ya casi en tu senectud / con la sabiduría y la certeza …). En la Antología nos sorprende con poemas de distinta factura donde evoca la hora de la siesta en la escuela a la que asistió cuando niño o considera la ciudad como un inmenso cárcel, donde el ser humano se encuentra prisionero, o versa sobre el tema taurino: “Aire que posado en la muleta / se esparce sobre la arena / y mansamente sujeta / luto, bravura y pena. //Mano diestra que encara y templa. / Enfrenta, llama y ordena, / quedando la muerte quieta / a un bramido de condena” (Pase de muleta).

PETRI CABANILLAS es la decana de nuestra tertulia literaria, a la que asiste desde hace años sin intervenir más que en contadas ocasiones, porque le gusta más escuchar que hablar, hecho que dice mucho de su educada prudencia y su maduro talante. Queríamos que participara en la edición de la Antología y su humildad casi desbarata nuestro propósito, pero al final la hemos podido colocar en el lugar preferente que se merece: en el colofón del poemario: “Anhelado Luis: / es verdad / que he renunciado / a esperanzas terrenales; / que tu ausencia duele; / que el tiempo no ha logrado / privarme de tu recuerdo. / Sin embargo, / (es preciso que lo sepas) / la música y la pintura / han llenado, poco a poco, / mi alma de serenidad” (Yo creo).
Con esta lectura terminó la presentación de nuestra Antología, en la que no intervinieron estos poetas participantes en la Antología: MARI ÁNGELES ALEGRE (Confieso que no es mía / esta tristeza que acarreo. / La cogí una tarde / de lo alto de una estantería / en el supermercado del barrio.), LUIS ATIENZA(Todos los días leo versos, / versos distintos de distintos poetas / que siempre son el mismo / que dice las mismas cosas, / Yeats, Pessoa, sus heterónimos, Lucrecio …),JUAN MANUEL DEL POZO (Mis días sólo ansían encontrarte... / La noche es mi penar y mi enemigo... / Y cierro y abro, en sombras, el postigo / y asomo mi candil para alumbrarte), MIRIANA DÍAZ HUAMÁN (Era agua que bebía sedienta / el alma, / era pan que se abrigaba cálido / en las entrañas; / dándole a mi pasión / el almíbar de las palabras), RUFINO FÉLIX (Tu cuerpo, transparente, / se hizo fulgor inmenso: / entonces conocimos / cuando la sangre es bella), PILAR FERNÁNDEZ  (Si tuviera que elegir / el momento más hermoso / de los que hemos vivido juntos / me quedaría con esa tarde luminosa / del mes de julio, / aquella que pasamos junto al río), MARÍA JOSÉ FERNÁNDEZ (Llantos de teléfono / anudan la distancia: / es el tiempo que se enreda / con soledad de agua. / Laguna del silencio / frente a mi almohada), JUAN GÓMEZ (Motivos de sobra tengo / para soñar como sueño, / sobrevivir cada día / y nacer también de nuevo), FAUSTINO LOBATO (A solas te recuerdo, con esa soledad que tiene rostro / de espera y nombre de miradas), ISABEL MARÍA MÉNDEZ (Lees los versos que gasté este día. / Sonríes. / Y sé que marchas pensando que valió la pena / los cuarenta pavos que costó arreglar la máquina de escribir) y yo mismo, ANTONIO SALGUERO(cuando cada ser humano / se preocupe más por el otro / que por sus quimeras / […] / esta ilusión se convertirá en utopía).

Por último la Asociación Gallos quiebran albores, entregó los premios de suCONCURSO DE POESÍA INFANTIL que consistieron en un bello diploma y un lote de libros, donado por la Editora Regional:

PRIMER PREMIO: Poema La luna se ha perdido de Amalia Valadés García,alumna de 5º C de Primaria del C.I.E.P. Amalia de Sajonia, de Santa Amalia.


SEGUNDO PREMIO: Poema titulado El ruiseñor de Alba Zapata Velázquez,alumna de 6º de Primaria del C.P. Francisco Giner de los Ríos de Mérida.


TERCER PREMIO: Poema Te has ido de Fernando Muñoz Nieto, alumno de 6º de Primaria del C.I.E.P. Amalia de Sajonia de Santa Amalia.


MENCIONES a Cristina Sánchez Fernández-Freire, alumna de 6º de Primaria del Colegio Santa Eulalia. HH. Escolapias de Mérida, por su poema La mariposa y la flor. Y a Manuel Pozo Pulido, alumno de 6º B de Primaria del C. P. Octavio Augusto de Mérida, por su poema Mi monito Malí.



Con el agradecimiento a todos los que han seguido nuestras actividades durante dos décadas y a los que asistieron al acto, nuestro presidente Jesús Mendo dio por finalizada nuestra conmemoración del XX Aniversario.



asalgueroc

Fotografías: Eladio Méndez, fotógrafo oficial de Gallos quiebran albores, y Jesús Díaz.

jueves, 6 de junio de 2013

lunes, 8 de abril de 2013

“Hojas sueltas de mi otoño”




El día 3 de abril, vamos antes de ayer, laEditorial.es (la editorial profesional en línea) me pidió que presentara el poemario de Félix Gala Pastor,  “Hojas sueltas de mi otoño”, en la Residencia Universitaria Hernán Cortés de Badajoz. Y así lo hice. Hay que decir que gracias a la presencia de tertulianos de Página 72 la presentación se convirtió en una amable tertulia en la que el poeta emeritense se sitió como en su casa. 

Quiero poner un poco de lo que expuse en la presentación para que aquellos tertulianos de Gallos Quiebran Albores que lo quieran puedan aprecien algo de lo que Felix, también contertulio,  ha publicado:

Félix Gala Pastor, un madrileño de nacimiento y emeritense. Un hombre inquieto, un escritor que trabaja sus versos con la huella del pincel. Artista plástico desde siempre, reciente poeta.

En este libro “Hojas sueltas de mi otoño”, nuestro autor nos convoca al desborde de los sentimientos, de estos que son difíciles de reprimir porque son parte de las entrañas de lo humano, nacen del deseo, de las pasiones, de la mística interior que termina por rememorar lo mejor de nosotros mismos.

El poemario, este del que hablamos, tiene tres partes definidas y un apéndice a modo de reflexión de autor:
-Hojas desde la pasión;  Hojas desde el interior; Hojas desde el recuerdo.

1. Introducción.-
Para ser ordenado iré, parte por parte, indicando aspectos de forma, estructurales y de contenido, deteniéndome más en este último.

Es interesante anotar un breve análisis simbólico-gramatical de los títulos capitales. En cada uno se dice “Hojas desde…” Pues bien, si nos fijamos en la palabra “hoja”, en plural, después de haber leído el poemario, se llega a la conclusión que este vocablo es la metáfora perfecta para indicar “lo vivido”. Si a este vocablo le unimos la preposición “desde”, indicativa de la temporalidad, descubrimos que nuestro poeta nos está hablando, con sus versos, desde lo vivido como una presencia que va más allá de la pura remembranza.

2.-Los capítulos.-
2.1. El primer capítulo “Hojas desde la pasión” o lo que es lo mismo “Ese tiempo vivido con pasión” se inicia con una cita de Gautier[1], un poeta del diecinueve, un modernista en el que impera el simbolismo.

El capítulo lo forman nueve poemas, sonetos, versos endecasílabos que hablan de los sentimientos pasionales propios del enamorado.

En los cuatro primeros se habla del deseo en medio de la noche, de las ausencias; del silencio con un tono imperante de desamor. El quinto poema, es como el eje del capítulo titulado “Entonces…” donde la magia del encuentro rompe con el infortunio del pasado. Este es un poema de connotaciones cosmológicas en el que las estrellas, el mar, la noche se revuelven en un estado agónico que acaba con el resurgir del amor nuevo. Y es aquí, como en las otras partes del libro, donde aparece el mar como testigo, como lugar de encuentro, como espacio contextual del yo literario que habla de amores y desamores. Esta figura protagonista del mar volverá a surgir en el tercer y último capitulo.

Así, en Espumas de mar[2] los versos se espejan en las notas eróticas que describen el acto sexual donde el poeta quiere ser viento, sol, agua, arena con el deseo irrefrenable de “beber la sal de la espalda” amada; un yo poético que abre “de (s)us entrañas las ávidas puertas…”[3]en un pacer de los labios “absorbiendo jugos en (s)u  boca”[4]. Versos líricos de sutilezas pasionales y eróticas que tienen el mar, otra vez, en primer plano.[5]

Este poema, Espumas de mar, es el inicio de otros tantos poemas de corte erótico como: Paraíso, donde lo corporal es el punto referencial significativo de la metáfora intencional. Así, los pechos adoptan la forma de panes que se amasan con delicadas caricias.; donde el pubis es fuente que embriaga. Versos eróticos con gestos explícitos en el decir:

“Y notar de tus ansias los impulsos
mi glande de tus labios prisionero,
percibirte perder los mismos pulsos
y verter mi simiente en tu granero[6]

Versos endecasílabos, sonetos atrevidos, que ponen frente al lector la imagen del amor rendido en el paroxismo del acto sexual.

Con estos poemas, nuestro autor nos pone delante del amor pasional de ese universal cultural, de ese sentimiento que ha  existido en todos los tiempos y lugares. Con ellos, Félix nos llevan a la poesía licenciosa de Samaniego, al siglo XVIII donde lo erótico es parte de una poética directa que rompe con cierto cultismo. Es interesante descubrir en los versos de nuestro autor, salvando la distancia y el estilo,  ese lenguaje de El Jardín de Venus. En los poemas de este capítulo, así como en la obra de Samaniego, se aprovechan no sé si intencionadamente algunas estrategias asociadas con la poesía amatoria propias del amor cortés e incluso de la poesía mística.
         
          2.2.-El segundo capítulo, lo titula, “Hojas desde el interior”, el tiempo de lo íntimo, lo reflexivo. Aquí, aparece una cita cabecera de Dickens[7], otro escritor decimonónico, novelista y un gran crítico de la sociedad de su tiempo.

En este espacio hay trece poemas, la mayoría de ellos construidos en forma de sonetos y otros, con versos blancos. El contenido de los poemas es  harto existencial, poemas en los que el yo poético describe el alma enfrentada al hastío[8], al insomnio[9], a la soledad[10] y a la nada[11], todas ellas situaciones difíciles, problemas que el poeta resuelve con el hecho mismo de escribir, y esto como una terapia[12]. Y es en el plano de estas situaciones vertiginosas,  al reconocerse desamparado y frágil, como es capaz de renovar  “la sangre vieja[13].

Para  describir estos sentimientos, nuestro poeta recurre a los elementos, agua, tierra, aire, en un intento de arroparse en el cosmos cercano. Tratado estos versos con la retórica propia de las alegorías, nuestro poeta consigue presentarnos al hombre, al ser humano de manera atenta, vigilante, que, “como águila en vuelo, otea desde lo alto las miserias[14]; un hombre que vive  su existencia angustiosa “sumido en el abismo, arrojado en un pozo de tristeza [15]. Aquí, las metáforas surgen de manera valiente con la pretensión de resolver las angustias más profundas. Y el poeta nos traza la posibilidad de ser  “agua de manantial”, “río de la vida”, “viento que esparce las semientes por doquier” (spermatikos); “nube empujada por mil vientos”, “tierra donde nace el misterio” [16]. Y es aquí, en este contexto cosmológico, donde el poeta nos introduce en la intimidad de la mística buscada. Estos aspectos señalados  nos recuerdan a Juan de la Cruz, cuando los versos de Félix parafrasean aquellos otros del Cántico espiritual al decir “se sosiega el alma  en la noche oscura[17].

Los aspectos místicos de esta página se colocan en paralelo con las otras, ya expuestas, del primer capítulo donde abundaban sensualidad y pasión. Tanto en una parte, como en la otra, es el fuego el elemento que aparece de manera implícita, un fuego que desborda desde el amor enamorado y en el paroxismo de los cuerpos que se entregan y se funden junto al mar así como en la quietud del alma que espera la muerte[18].

Y apuntando la muerte, es esta, otro de los puntos constantes en el horizonte del otoño diseñado por el poeta. Cuando el poeta nos la presenta lo hace con un sentimiento de aparente estoicismo[19] que salta a la actitud contraria, al hedonismo,  con el deseo de querer estar por encima del miedo a esa intrigante compañera de viaje. La muerte, dice el poeta, no agota la vida porque esta, con palabras de Unamuno, “muere de la muerte[20].  Las inflexiones literarias “de la muerte”, “con la muerte”, terminan siendo una resignada posición del hombre que con sentencias, parecidas al más puro  Séneca, dicen:

No te vale  ser, entre los duros, fuerte,
ni te vale buscar las ocasiones,
mientras ella no dé sus bendiciones,
el más allá, jamás podrá absorberte.

Y es que esta, la muerte, viene a resolver lo pesares del hombre, ese paseo entre sinsabores, amarguras y llanto mientras el yo literario se pregunta ¿dónde?, ¿cómo?, ¿cuándo?, en una búsqueda ansiosa de la alegría y la fantasía[21].

Probablemente volvamos a sentir esa época de la poética prerromántica del XVIII, esa poética intimista de la ilustración donde el lenguaje sencillo y natural nos acerca a lo más profundo de nosotros mismos. Aunque en realidad a donde nos lleva los versos de nuestro autor es a la poética de Antonio Machado. Será en el siguiente capitulo donde se observa como el sentimiento del paisaje, la realidad exterior, quedan impregnados en el estado emocional del poeta.

          2.3- El tercer y último capítulo, Felix Gala Pastor lo abre con una cita del gran dramaturgo, también del diecinueve, Oscar Wilde[22]. Un grande del esteticismo. Este capítulo, titulado “Hojas desde el recuerdo”, nos presenta el tiempo de lo vivido con  la figura de una encina, de la encina vieja[23] que, intencionalmente traza la figura del propio yo, ese yo poético que reclama un tú. Un yo, que, como la vieja encina, se siente “truncado por el rayo de la melancolía y la tristeza”. Aquí, en estos espacios de lo íntimo,  el poeta se hace consciente del desamor de lo propio, y lanza la idea, fuera de tópicos,  de que siempre es un buen momento para comenzar teniendo presente  “los brotes de hojas nuevas[24] en una clara alusión a sus descendientes.

          En este capitulo del recuerdo, donde los tiempos verbales se presentan en pasado y a veces en pretérito de presente, aparece de nuevo la figura del mar, este que “trae aromas de sales y peces…” un mar, agua marina, que el poeta subraya “como sangre del corazón[25]. Convirtiéndose esta figura del mar en el imaginario poético del deseo, de la búsqueda desde tierra adentro, un sueño de sal, con sonido de caracolas y espumas gigantes. En la poética de este tramo del libro es tan fuerte este deseo de lo marítimo que el poeta siente tener alma marinera y sangre de agua salada[26]. Y aunque el mar es lejano, para un poeta de tierra adentro, el deseo persiste en un querer descansar “en la arena caliente, allá a tu lado[27].

Además del mar, la memoria descrita el metarrelato poetico nos llevan al Guadarrama, al río de lentas aguas que trae recuerdos de horas locas.”[28] Y es aquí, donde la  traza de la poesía de Félix se vuelve más intimista y es , como indicaba más arriba, donde  el sentimiento del paisaje, la realidad exterior, queda impregnada en el estado emocional del poeta.

         
3.- Punto final.-
El capitulo apéndice[29] del poemario viene a ser como un punto y seguido más que final, donde el poeta con ese estilo paternal, a lo Samaniego, intenta sacar una lección moral de lo expuesto. Ya en la cita de su cabecera el propio autor se autocrítica con sentimiento de hermenéutica gadameriana [30].

          En este capítulo solo hay un poema[31], donde el autor se pregunta  si con su poesía, la expuesta en este libro, ha conseguido conmover al lector.  Tomo esta reflexión poética como si fuera una pregunta personal para responder sin ambages, de forma directa:

Mi querido amigo, tu poética, fuera de esquemas literarios al uso y estructuras medidas, a veces corsé para tu entusiasmo y tu pasión, …tu poética, digo, es una muestra de la ternura de ese hombre que anida en ti, de ese poeta que te habita con ganas de vivir su soledad en compañía y esta de forma enamorada. Lo más importante es que,  tus versos, los poemas de este libro.

Como bien dices en el poema epílogo de  tu poemario, tus versos me pertenecen después de su lectura. Y desde esta donación, desde lo gratuito, contemplo la plasmación de tus instantes, que pueden ser también los míos, y donde el recuerdo adopta  esa solemnidad del compromiso con lo humano, siempre presente, que alecciona.

Para terminar, quiero decir que este poemario, por encima de gustarnos o no,  e incluso más allá de que su lirismo y sus sonetos nos lleguen o los rechacemos, este poemario, digo, no seremos capaces de ponerlo aparte, porque en él la tenacidad del ser humano, expresada en su contenido, es mucha;  porque lo sincero, y directo, se plasma en sus versos sin eludir lo pasional directo ni el erotismo; porque los poemas, tus poemas Félix, se adentran en el misticismo, en ese  que se sobrepone a la angustia de la nada que a todos nos atenaza. No, mi querido poeta este libro, “Hojas sueltas de mi otoño”, no lo olvidaremos porque en él aparece  un vitalismo radical que supera cualquier brutal nihilismo.

Mi querido poeta, permíteme decirte que eres como la encina, como esos olmos de tu metarrelato, que sobreviven al tiempo y en el tiempo se renuevan

Gracias por esta oportunidad de presentar este poemario; gracias, por compartir estos versos que laEditorial.es ha sabido plasmar, como siempre, tan magnífica y cuidadosamente, en esta edición.
Felicidades a los dos.



[1] “El verdadero Paraíso no está  en el cielo, sino en  la boca de la mujer amada”(Mademoiselle de Maupin)  Pág. 19
[2] Pág. 27
[3] idem
[4] idem
[5] Pág. 28
[6] Pág. 30
[7] “Cada fracaso enseña al hombre algo que necesita aprender” Pág. 33
[8] ¿Por qué te empeñas en ganar mi ser? dice el poeta. Pág 42
[9] Se niega a rendirme y me sostiene/ en siniestra vigilia que destapa/ la caja de Pandora…”. Pág. 43
[10] Con la soledad por compañía, dice el poeta, camino hacia el otoño de mis tiempos” Pág. 42
[12] Cuando escribo. “Poniendo a flor de piel mi grave situación de desamparo”…/ Fluye la tinta…/las palabras se agrupan…/ y así mi sangre vieja se renueva; …” Pág. 40
[13] Pág. 40
[14] Pág. 35
[15] Pág. 35
[16] Pág. 35
[17] En el poema que lleva este título “Alma sosegada” Pág. 37
[18] Pág.38
[19] Así aparece esta estrofa del poema Correos de muerte “Son correos de muerte, que anuncian su presencia;/sibilinos avisos, presagios silenciosos/ que colman de fantasmas, hasta la propia esencia.” Pág. 39.
[20] Pág. 49
[21] Pesares. Pág 48
[22] “A veces podemos pasarnos años sin vivir en absioluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.” Pág. 51
[23] Pág. 53
[24] Pág. 64
[25] Pág. 65
[26] Lejos del mar: “¿por qué me pariste, madre,/ aquí tan lejos del mar?/ donde no llegan gaviotas…” Pag. 61
[27] Mar lejano. Pág. 63
[28] “Lentas aguas te surcan, ya no chocas, / retraes sólo recuerdos de horas locas,…” Pág. 68
[29] Pág. 69
[30] “La obra si se publica, no pertenece al autor…
[31] Si acaso. Pág. 71