domingo, 1 de mayo de 2011

LA FUGACIDAD DE UN COMENTARIO



Dada la festividad de la Semana Santa y la consiguiente celebración de unos días de asueto, he de manifestar que no he podido leer con la profundidad necesaria el trabajo que nuestra compañera María José tuvo a bien presentarnos en la pasada tertulia de Gallos.

Pero no podía dejar pasar la ocasión de comentarlo aunque sea brevemente.


El pasado sábado 16 de abril, María José Fernández irrumpió en la tertulia de Gallos vestida de palabra, fue un verdadero deleite ver cómo se desnudaba verso a verso, con cuanta candidez nos iba mostrando la intimidad de sus poemas que tatuados en la cara oculta de la palabra tuvo a bien exponernos. Valga, para ir abriendo boca, esta deriva, poema dedicado a su hermano.

D E R I V A.


Quien sabe si el poema arrastra tu nombre, hermano…





Y
EL
MAR
AZOTA
CON IRA
IMPETUOSA
AL SOLITARIO
JOVEN MARINERO
QUE
VA
A
LA
MÁS
ABSOLUTA DERIVA;
ASIDO A SU BARCA,
ENLOQUECÍA AL
VER LA OLA.



En las composiciones que María José nos leyó en la tertulia hubo lugar para poemas intimistas, como el anterior, o de amor, como el siguiente “ELIXIR DE VIDA”, aunque en este caso el amor sea a la palabra:



Soy la sospecha del agua, del viento y la madrugada:
Busco mi estela fugaz
en susurros de metáforas…

…Estoy hecha de deseo
Detenido en la guadaña
del ayer. Soy lo que fui:
mujer;
ser mortal. F u g a z palabra.

También tuvieron su espacio poemas más clásicos, como este “SONETILLO DE AMARGOR”, aunque con un toque personalizado, como se puede observar.



Rezuma el alma y suspira;
arrastra el cuerpo su pena;
que es toda losa o cadena
atada con desventura.

En su eslabón de amargura,
obliga un llanto que amena-
za, llegar a la condena
y alojarse sin mesura…

Es notable, a mi modo de ver, el poema VIGIlIA, en el que homenajea a Malcolm Lowry, buceando en el abismo siempre alucinante de una mente golpeada por el oleaje persistente del alcohol, María José nos regala este poema preñado de metáforas acordes a la tumultuosa vida que eligió vivir el escritor inglés.


…Mitigo tu nombre en la memoria de un a
El retorno de aves muertas. b
Cucaracha funeral: i
¡Que importa el vacío s
que se extiende a mis pies! m
o.
Tu línea de la vida es _ _ _ _ quebrada
El olvido bailando en huérfana congoja.

Mariposa mineral de azul silente
en la cantina de los sueños…



En la segunda parte del trabajo, nuestra compañera María José nos acerca a la “Creación” a través de la Metapoesía, dejando pinceladas de calidad en el cuadro onírico de la imaginación.

Ya en la introducción del trabajo, María José nos sumerge en las impetuosas profundidades de la Metapoesía, definiéndola como:


—Encuentro arcano, ingenuo e infantil del mundo con el lenguaje. Poesía de la poesía.
—Es polémica y controversia, convivencia. Espacio abierto para la crítica y la confrontación.
—Es discurso poético, es el hecho mismo de escribir poesía y la relación entre el autor, texto y público.
—Es obra de un hacedor poseso de la imagen, la eternidad y el tiempo
—Es placer inequívoco. Metáfora de deseo y goce…



El poema la creación está repleto de símbolos con tintes bíblicos:


CREADOR,

Moisés


DIOS GENIO +Manantial del alma.

En definitiva, la autora intenta mostrarnos el génesis de la obra.


El caligrama utilizado en el poema, sin las herramientas adecuadas hace que sea muy complicado plasmarlo en el folio, hay que decir por tanto que en el centro del poema hay dos círculos concéntricos.

Cerremos los ojos por un momento e imaginemos un inmenso pozo con un agua oscura y queda, ahora, a libre albedrío, arrojemos las palabras primeras que de la mente fluyan; si en el fondo del pozo logramos ver las fulgentes estrellas que de un yunque amanecen, estaremos viendo el poema.



Continúa María José con una lluvia de palabras-imágenes que van calando la curiosidad de los asistentes.


El mundo es como un iceberg
Una parte que se ve —mundo real— Y
Tres cuartas partes que subsisten —mundo imaginario


Y regresa al génesis literalmente, nos dice:

<<¡HAGASE LA LUZ!... …Y LA LUZ SE HIZO>> (Gén. 1.3)


Y PARA QUE NOS DEMOS CUENTA DE LA LUZ
HEMOS DE CONOCER… LA OSCURIDAD


Ya en el centro del libro me sorprende gratamente con un poema dedicado a Federico García Lorca titulado
“El manantial del alma”



Son los pájaros…
la sequedad del alma vuela helada y se diluye
en inmenso lirismo disfrazado de juglar
cúmulos
que genera vivos fermentos deshabitados
sombras
de recuerdos dormidos
que surgen de la nada
entre luces y cenizas se desploman…


Y se despide nuestra tertuliana con una reflexión:

... y si al morir veré la luz
¿qué hago en esta oscuridad
Tan bulliciosa?.


Afortunadamente, después de tantos años de tertulia, aún sigo emocionándome con la poesía de mis compañeros.
Felicidades María José por este trabajo.


Comentario y fotos, Eladio Méndez

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