Apuntes de un aprendiz de escritor
Ayer por la mañana, sábado cinco de Junio en la Biblioteca pública de Mérida Tino Lobato ha presentado, en la Tertulia de Gallos, unos apuntes sobre su hacer como escritor durante estos diez años últimos. De entrada dijo que “escribir ha sido la mejor terapia de estos años”, que este hecho le ha puesto delante de sí mismo “siendo los versos un espejo donde se ha mirado. Dijo que aquello “que empezó siendo una forma de entretenimiento terminó como una necesidad, más allá de un oficio”. En estos años, dice Tino, ha leído más que escrito y publicado.
La charla se titula: Apuntes de un aprendiz de escritor. Somero análisis de algunas obras.
Esta la dividió en tres partes:
El primero que habla de los inicios de este arte del escribir “que queda atrás y que forma parte de ese volcán donde los versos se atropellaban”, dice el autor. Fueron los años del “Cancionero gitano”, premiado en Lanciano (Italia), que le ayudó, dice Tino a “decir lo que llevaba dentro, aquello que el ánima captaba en lo oculto, allí donde nadie ve o no quiere ver. Fue también el momento de la publicación de un políptico, una separata de los cuadernillos Kylix, que se llama “Pegados al horizonte” un escrito en dos capítulos definidos por el desamor y el amor: Cantos de Sirena o poemas de ausencia y Cantos de tierra adentro o poemas de presencia . De este se leyeron algunos poemas como este:
El tiempo arrasó la ilusión
de querer un mar donde
navego prendidos los dos
a la línea de horizonte, a la orilla
donde descansar lejos de naufragios.
Fueron también los días del poemario: Cuatro momentos para el poema. Premio ciudad de Montijo, un “empuje definitivo para lanzarme a escribir y publicar” dice Tino. Actualmente, este libro de poemas ha sido traducido al portugués, siendo soporte literario de una de las coreografías de danza de
En la segunda parte habló de los grupos poéticos y de la publicación de Quiebros del Laberinto. De este tiempo destacó la participación en grupos, como el de las tertulias de los jueves en la cafetería
De “Quiebros del laberinto”, un poemario muy significativo dijo, tomando palabras de Ramón Pérez Parejo, que en esta obra hay cuatro ejes muy definidos: el temático, donde el dolor prevalece sobre la luz con palabras que se suceden como suspiros, abandono, sangre, dolor, ausencia, vacío, grieta, amenaza, sombra, etc.; el rítmico donde las anáforas estróficas se emplean como técnica querida…; el estilístico donde lo experimental es un hecho magnífico; y el estético con la obra de las ilustraciones de Juan Leyva. En definitiva, el poemario “Quiebros del laberinto”, tiene una actitud contemplativa que repercute en el predominio léxico de los nombres y adjetivos sobre los verbos.
En la tercera parte destacó las publicaciones de Las siete vidas del gato, y los poemarios conjuntos de Poetas en el Libertad 8 y Diez poetas diez poemas. Del primero se analizaron algunos poemas y de él comentó que era un poema sobre la fragilidad humana. Se analizó el poemario destacando poemas como estos de los que se dan unos fragmentos. El primero, con el que se inicia el poemario:
No sé si los encuentros
favorecen la tortura
de esta vasija quebrada
dejando que el sueño venza
al horizonte. No sé. (fragmento)
Y otro poema, con el que termina el libro de versos:
Me desvelas la inocencia de tu carne
en el hálito de los días. Dejas que el viento
de la tarde acune el rostro de este árbol
dolorido de tu cuerpo
Faustino destacó las citas de los capítulos de este poemario, así como algunas palabras, la brisa y el viento diciendo de ella su sentido metafórico y filosófico. Resaltó dijo que en este poemario “el título de cada uno de los capítulos obedece a una estrategia formal de la lógica del meta-relato”.
Terminó con unos poemas publicados por Kit-Book uno de los cuales reproducimos:
Puedo escribir en el invierno
de tu piel, saboreando primaveras.
Verde es el aire, azul tu sueño.
Cada uno de los participantes leyó poemas conforme se iba desarrollando la charla.
Importante lo que este autor apuntó sobre este hecho de la creación diciendo que “cuando se escribe se entra en la dinámica invernal donde la frialdad de la técnica hace podar lo que se creía mejor, y siempre saboreando: por un lado, los impulsos pasados (primavera) y por otro, se aquietando el torrente inspirador primero (verde) en el misterio (azul) que siempre nos invade.”
Al final dio las gracias sobre todo al grupo de Gallos por admitirlo “como compañero en este continuo navegar por las aguas impetuosas de las letras”.
Que pena no poder asistir a esta tertulia, me hubiera gustado muchísimo haber escuchado de primera mano tan interesante trabajo, felicidades amigo.
ResponderEliminarImpecable tu trayectoria, Tino. Sentí perderme tu charla, pero afortunadamente está este blog que nos pondrá los dientes largos a los que faltamos.
ResponderEliminarTrayectoria impecable y envidiable,siempre explorando la poesía hasta la médula. Magnífico tu Quiebros del Laberinto. Se trata de un autor que, aun explorando diferentes ideas de poesía ha mantenido una coherencia textual y poética a lo largo de toda su obra que en la parte final vemos que no ha descuidado.
Gracias por tu presencia en esta tertulia a la que enriquece.
Que lastima amigo Tino no poder haber asistido a esta tertulia, pues por el resumen que he leído en el blog estoy seguro habrá sido muy interesante como por otro lado es lo habitual, espero tener la oportunidad de leer el trabajo completo y disfrutarlo.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias a vosotros, repito, por aceptarme en este navegar juntos por las aguas impetuosas del arte de escribir. Un abrazote a todos
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