Homenaje a Miguel Hernández

Para terminar la intesa jornada del sábado, GQA colaboró con el Ayuntamiento de Mérida para la organización del acto en homenaje a Miguel Hernández, y la verdad es que fué un acto entrañable y sentido como la poesía de Miguel, allí nos dimos cita con lectura de poemas del autor de Origuela y de algunos componentes de GQA que quisieron contribuir con su particular aportación a este homenaje.

Miriana

Leyeron Miriana Díaz Huamán un poema de Faustino Lobato, Gregorio Yañez Maestre Elegía a Ramón Sigé, Antonio Salguero Calvajal un poema de Mª José Fernández Sánchez, Eladio Méndez Fernández El niño yuntero, Ana María Castillo Moreno la Nanas de la Cebolla y Suso Díaz un poema suyo. Nosotros recogemos los poemas que componentes de GQA dedican a Miguel Hernández.

Gregorio Yañez

Mª José Fernández Sánchez

TUS VERSOS: LOCA ESPERANZA
Y fueron tus versos los que te ayudaron
a mantener encendida la esperanza.
Tus versos son el yugo del lamento,
presagio de un futuro de amenaza,
cadenas que se forjan en la cárcel,
en rincones de piedras desalmadas.

Tus versos son grabados pensativos,
laborioso entramado de tu alma, influjo solidario del presente,cautivo de un pasado de añoranza.
Tus versos son pintadas ¡tan vacías!,
que el viento te ayudó siempre a llenarlas
con tiempo del horror, ¡triste amargura! Fue tiempo de un dolor, del que nos hablas.

Tus versos son un tren acelerado,se acuchillan en el odio, la desgana...¡Te cuesta tanto derribar tu pena!
Tristeza cada vez más desgarrada.
Tus versos de un amor ¡tan desvalido!
La rúbrica de pluma ensangrentada
visita el destino de los amantes,
fulgores de pasión mueven sus alas.
Aunque llore la alondra en su encierroy su canto acompañe en la esperanza,
tus versos son, serán siempre tus versos,la sombra que alimenta a tu palabra.

Antonio Salguero

Faustino Lobato Delgado

A Miguel Hernández,
de quien aprendí a mirar la vida con la poesía.

Perito en lunas, sigues vivo
en la huerta de los versos
bebiendo en la mañana herida.

Te arrancaron del sol
y de los trigos
alimentando la tierra

que otro día amortajara

a aquel con quien tanto quisiste.

Tu sombra caracolea entre los vivos,
alma que se funde, universo arriba,
con todos los habitantes, aguas y gallos
del planeta.

Poemas de silbos vulnerados

son semillas de otros labradores

que enhebran las ausencias al surco
donde la flor del instante es eternidad
y la herencia del fuego, amor, vida y muerte.

Poeta de todos,
te precipitas en la sombra

buscando la luz que te huye
mientras la sangre de cebolla
nos amamanta.

Contigo, vuela el corazón entre versos,
canciones que van del principio del alma a la boca,
sentir del pueblo que asciende, hecho palmera,
a la orilla de todos los vientos.

A ti, poeta, que te fuiste,
abiertos los ojos,
besando estrellas.

Ana Castillo

Antonia Cerrato Martín-Romo

CORAZÓN DE POETA
El corazón es hoy una bandera
sin emblema ni colores…
el verso, armisticio que concilia
los sueños rotos, las estrellas caídas,
las flores pisadas, la sangre inocente.
El corazón es hoy la música
que aquieta el fragor y la desdicha,
el desconsuelo de la ausencia.
Hoy que las fronteras se tornan caminos
y el hombre perdido
vuelve a retomar su paso.
Hoy que el recelo se deshace en abrazo,
cante y vino, al reclamo de la palabra…
el corazón es la drizaque enarbola libertad.

Y porque la esperanza,
pan inextinguible de los pobres
se nos pega a los labios
como azúcar, como miel,hoy izamos en tu nombre la enseña
donde nuestros corazones, alas de poetasvuelan junto al tuyo, Miguel.

Eladio Méndez

Suso Díaz

A Miguel Hernández

Se perdió la sombra
de los muros transparentes
para siempre.

Las huellasse perdieron de sus manos
y sus pies dejaron de marcar
esos pasos necesarios
en el resoluto tiempo de penumbra.

Apenas quedan yugos
que retengan en la memoriala yunta con la que esculpías la tierra,
y aún puedo escuchar los llantos,
los lamentos,y palpar las heridas abiertas
(más abiertas que nunca)
que evidencian lo injusto
de su injusta muerte.

Pero me quedan sus renglones,
renglones de su sangre latenteque alientan la esperanza
de escucharle de nuevo,
de escuchar de nuevo
esas voces apagadaspero jamás calladas.

Suso Díaz