Navegando a través de este secreto nombre, recalamos en unos versos que nos hacen reflexionar sobre la percepción de las entidades y los objetos, cómo nos perciben, cómo percibimos:
Nunca, como ahora,
sentí este dulce trueque del agua,
ebrio de tormentas, en
el oscuro espejo de los juncos,
nunca sentí el vértigo
de las miradas que me afirman y nombran en el caudal
de otras orillas…
Estoy convencido que estos versos en labios de Faustino adquieren una dimensión
distinta, calan como un agua serena y persistente, Jesús Mendo lo define
perfectamente en el siguiente comentario.
"Al oír
a Faustino Lobato recitar sus poemas El nombre secreto del agua, me conmueve
escuchar los ecos permanentes de voces admirables de nuestra raíces culturales:
Tales de Mileto y Heráclito de Éfeso."
Jesús Mendo.
Continuando esta metafórica singladura,
lanzamos la red y atrapamos un nuevo poema con otros versos de de profunda
belleza que nos recuerda a Heráclito y el porvenir
dialéctico, es decir que nada es inmutable, todo avanza y se transforma,
pasando de una cosa a la contraria.
Todo fluye, leve, en esta finitud del alma / que busca el
equilibrio en estas curvas / del verso. Fluye el agua en una
constante pregunta / hasta hacerse río.
“Esta mañana con Faustino, nos
vinimos sin conocer el nombre secreto del agua, pero sí nos miramos en ella
para vernos a nosotros mismos y el fluir de nuestra vida. Apenas leímos unos
pocos poemas, pero fueron suficientes para conocer el entorno del libro, además
el diálogo tras cada poema enriqueció la mera lectura, sumado todo ello a la
presencia del poeta lo cual es un
privilegio que no siempre ocurre. La poesía de Faustino, sin duda, ha crecido
hacia el fondo, sin descartar la belleza como forma básica de la poesía. Ahora
nos toca a nosotros ahondar en sus aguas”.
F.J.Carmona.
capricho;
en la angustia / de esta soledad de
barro pegada a
mi
horizonte.
“Los versos de Faustino
Lobato rezuman sensibilidad. Como el agua, nos deslizan hacia el interior mismo
de la vida”.
A.M.Castillo.
Sigo mudo en
esta fragilidad
del misterio que me circunda. Los verbos
resisten entre
aguas interiores. Ruedan
ebrios de limo...
“Este sábado, río
arriba, no has llegado a la tertulia, de la mano de Heráclito (El nombre
secreto del agua) poemario de Faustino Lobato, que ha colmado de emoción y
metáforas el tiempo dedicado a su lectura, después, como los grandes ríos, nos ha
dejado los sedimentos necesarios para continuar creciendo en la poesía”.
Eladio Méndez.
Gracias Faustino por
ofrecernos tu poesía en esta nuestra tertulia, esperamos tenerte de nuevo con
nosotros más pronto que tarde para disfrutar de tu presencia y de tus versos.
Fotos y comentario Eladio Mendez.